El fin de semana de mi vida

Pues habiendo vuelto de mi retiro, bueno digamos mejor de mi ausencia debida a lo moviditos que han sido estos últimos días, retomo este diario cargado de energía y por supuesto de una gran felicidad.

El viaje a Valladolid fue de lo más movidito y es que tenía que coger el autobús a las 8:15 pero mi señora madre me dijo que salía a y media y allí me quedé yo viendo como se iba, alejándose de mí desolado, abatido. Se me vino todo abajo porque tenía planes hechos y el siguiente bus no salía hasta por la tarde. Así que volví para casa y obligué a mi padre a que me llevara a Cuéllar a coger otro ya que no podía faltar a una cita que tenía.
En el camino fui al lado de unas chiquillas de 16 años que me hicieron pasar un buen rato. Me deleitaron con conversaciones de lo más surrealista.

- Yo de mayor quiero ser presidente del Gobierno
- Tú lo que vas a ser es puta jefe en el puti de tu pueblo
- Mira quién fue a hablar la que come más que los conejos.
- ¡Será follar!
- Bueno que al final a cuántos te tiraste.

Sé que es una conversación normal pero la situación era de lo más cómica, porque alrededor de nosotros había toda una excursión del IMSERSO que se estaban quedando estupefactos los pobres.

A partir de las 12 comenzó uno de los mejores días de mi vida. Nos fuimos de casetas, y es que no hay nada mejor que la Feria de Día de Valladolid, cuando podais venir a Pucela en fiestas pasaros por las casetas que hay en la calle, un pincho y una caña, vino o sangría por 2€. Eso sí acabas con un pedal increíble, pero ahí esta la gracia. Entre caseta y caseta, pincho y pincho pero sobre todo aquel lugar donde nos ponían el Fary, Georgi Dann... fui conociendo a esta personita y a algunas de sus amistades. Nos encontramos con una amiga suya con la que nos recorrimos más tenderetes aún. Hablamos de Aída y es que por desgracia la conocían en persona, y me pudieron afirmar que nunca lleva bragas. Claro yo dije que era prima mia, lo cual no fue muy buena idea. Y es que supuestamente somos familia, pero mejor no saber si es verdad o no y es que la historia es un poco telenovelesca. Intimidades a parte.

Por la tarde nos fuimos a la playa y es que nosotros, no como los de Madrid, somos afortunados y tenemos playa. El Pisuerga está lleno de mierda pero la playa esta bastante bien habilitada.
Dimos un paseo por la rivera y nos sentamos en un banco. Hasta que me dijo que si le daba un beso. Yo llevaba barruntando todo el día si le gustaría o no, porque estabamos muy a gusto juntos. Pero cuando me dijo eso me quedé loquisimo. Y después del beso más todavía.
Luego nos fuimos a ver los fuegos artificiales juntos y a cenar a la feria regional. ¡Qué buenos esos judiones de la Granja a las 2 de la mañana!
Fue un día genial, acabamos despidiéndonos en un puente. Con las luces de la ciudad reflejadas en el agua tranquila del río.

La fiesta de después con mis amigos fue también superior. Acabé en casa a las 1o de la mañana, pero la sorpresa fue ver a más de 15 personas, amigos de mi hermano chillando y corriendo por los pasillos. Como no podía dormir le llamé de nuevo y volvimos a quedar porque yo me tenía que ir en el autobús. No dormí nada.

Fue un fin de semana genial.
Le eché de menos pero sabía que pronto lo vería aunque la espera fuera una eternidad me di cuenta de que valdría la pena.