De la piscina a la feria.

Pues mi cuello sigue dando la lata, y el dolor comienza a ser un tanto... digamos demasiado... vamos que es una jodienda. Y claro con este plan a uno ni le apetece salir, ni estudiar, ni nada. Pero ayer hice un esfuerzo enorme y me fui a hacer deporte con mis amiguisismas Alisson y Marilolas. Me dijeron al lado de nuestra casa la piscina tiene unos chorros de agua para masaje que te van a dejar como nuevo, y yo todo emocionado allí me plante. Pero lo que no sabía es que iba a nadar con la hermana de Ian Thorpe y Nina Ziwaneskaia. Me dejaron en ridículo, cuando yo llevaba dos largos ellas ya habían nadado el doble. Vamos que un completo inútil. Pero yo me esforcé al máximo, con pensamiento japonés y resignación, diríamos también japonesa, me negué a seguir su ritmo y me puse en una calle llena de niños aprendiendo a nadar. Lo cual no me dejaba tan mal si hubieramos echado una competición, pero si moralmente ya que yo era inferior. En seguida me fui para los chorros de marras, y allí que me estuve un buen rato, notando cierta mejoría, sólo cierta. Pero es de agradecer. Cuando salimos de la piscina se nos ocurrió una idea. Es la feria de abril en Sevilla, ¿no?. Pues nosotros hicimos que la feria de abril vinera a Soria. Y ¿cómo?. Pues se dice, y se comenta, vamos yo no sé si será verdad que el barrio del Calaverón de Soria tiene mucha población sevillana. Mucho en Soria es relativo, pero suficiente para que los bares de ese barrio se llenen de farolillos, trajes de faralae, sevillanas y manzanilla a rebosar. Y allí nos fuimos, yo con los aparejos del arte natatoril que previamente había realizado, todos húmedos, pero daba igual. Primera parada, nos pedimos unos rebujitos bien buenos, que pasaron en seguida. Seguido de unas raciones de chopitos, pulpitos, sepia, jabuguitos... y otra botella de manzanilla. Llevamos 1.
De repente se me acerca una chica jovencita vestida de sevillana y me da una tarjeta que rezaba "SORTEO DE UNA MUJER CASADERA". Y oye, que me hizo una ilusión enorme, lo mismo salía y todo emparejado de la feria Soril. Hubo un concurso de los susodichos trajes, la verdad algunos muy horteras, amenizados con los bailes que se daban encima de un tablao. Pero que bien que nos lo pasamos, hasta que una mujer de mediana edad, digamos 65 se sentó a mi lado. Estas no paraban de reirse porque decían que ya me había tocado la mujer. Y que maja ella, estuvimos hablando un buen rato de lo bien que bailaban las niñas, que si tenía tierras, lo típico en estos casos, etc.
En el siguiente bar pedimos otra botella de manzanilla con una ración de cabecero de lomo. Llevamos 2. De repente aparece un profesor, el típico profesor morbo, menos para mí, claro está, y todas las "chicastraducción" se pusieron a hablar con él. También iba fino. Y nunca mejor dicho porque no fuimos a por otra botellita. Llevamos 3. Que rápidamente se acabó entre bailoteo y bailoteo. Al final fuimos a otro bar en el que ya nos bebimos la última botella, hace un total de 4 botellas en algo menos de 2 horas y media.
Claro llegué a casa con un borracherón que no os podéis imaginar. Me tiré en el sofá y ni veía apenas. Mi compañera amargada se fumó, y juntos vimos un capítulo de Sexo en Nueva York un tanto triste, cuando se casa Charlotte, con su impotente amor, y a Carrie le deja su novio...

C'est la vie!!

PD: me voy a apuntar a esto de las postdatas
PD1: Que alguien me enseñe a bailar sevillanas, porque hice un ridículo enorme
PD2: El bar recordará mis bailes a lo salto de la rana estilo Cordobés.