¿Será la primavera?

Bueno, bueno lo que me ha pasado en dos días de amargura. Oye pues parece ser que no quieren que esté amargado. No me digaís quienes pero Ellos, no quieren. Y me han pasado las cosas más ridículas que os podaís imaginar.

Ayer estaba yo viendo el telediario, uno es culto y claro no se pierde a su amda Angels que esta tan profesional y diverdia, todo lo largo que soy tirado en el sofá. Había estado estudiando y me venia bien un descansito, que tras media hora de estudio uno gasta demasiadas neuronas y se queda todo agotado. Y aparece el Adonis, yo como no sé polaco pues me tengo que comunicar con él con un alemán un tanto pobre... pero bueno, nos entendemos al fin y al cabo que es de lo que se trata, y me dice algo así como que si puede coger el sillón porque está haciendo ejercicio. Ya me veis a mí, de película, parecía la típica marica-soletera-con mantita-a-la-que-solo-le-falta-el-perrito, babeando como un lactante, y es que me iba con una camisetita de tirantes hiper ajustada donde se marcaban bien los pectorales, si es que se le marcaban abdominales, ombligo... ay por dios quien le pillara. Desde luego... que brazos, que porte, que todo... y durmiendo a sólo 2 metros de mí, separados por un tabique infimo...

Y la de hoy es mejor aún, no sé si me matará por contar esto pero bueno. Pues hoy ha llegado mi compañera de Roma, ha estado de vacaciones, no viendo al papa. Y nos ha estado contando de todo, sus visitas, sus ligues, un poco de la fiesta, sus ligues, y es que ha ligado como una perraca... y claro ella contandome todo y yo muerto de envidia pataleando en la cama como un niño porque no podía soportar tanto pasarselo bien, tanto folleteo, y yo con una carencia tan grande. Pero por favor que injusticia hay en este mundo. Hasta que me ha confesado que tuvo un problemilla con cierto utensilio de látex que desapareció de las escena del crimen. Y yo pues le he animado, porque ella estaba acojonada, a que fuera a Urgencias. Pero claro, ella no contenta de todo lo bien que se lo ha pasado me involucra a mi y me ha hecho ir con ella, yo, gay convencido, acompañando a una chica a por la píldora del día después. Y claro, pensandolo friamente, que habrá pensado la médico, que era yo el novio por supuesto, que a mi se me había escapado el condoncillo asesino de espermatozoides. Pues claro, mientras la tía esta le decía que tenía que mear en un frasco, que si no no le hacía nada, y no le daba la receta, a mi me ha entrado un ataque de risa. Que vergüenza por favor, si es que ni me lo podía creer. Yo ahí metido, haciendo de supuesto novio, que había follado ayer, y había perdido el condón por no saber como meterla. Desde luego que cosas tiene la vida. Ayer estaba que moría de asco y hoy riéndome en el médico como un descosido. Y es que señores estamos en primavera. Y lo que dicen oye, la sangre altera.