Saliendo del agujero

Bueno al final el problema de la casa se ha solucionado. Hemos hablado cívicamente con los caseros y nos han dado una última oportunidad. Aunque bueno no sé cuando nos dieron la primera pero bueno... algo es algo y no me tengo que buscar una casa para dos meses. La charla con ellos fue menos de lo que me esperaba ya que el día que hablé con ellos por teléfono hubo hasta más que insultos, digo yo que sería por el teléfono y por el calentón, porque cuando vinieron a casa, agachaban la cabeza para mirarnos, síntoma de que no se atrevían. Con todo el estrés del fin de semana no pude presentarme al examen de lengua, pero bueno sé que me lo sabía más o menos, y que para junio no será tan difícil. No sé como todo se ha podido complicar tanto en tan poco tiempo, miles de discusiones, ausencias a clase, problemas con los vecinos, inapetencia general... pero ahora estoy mucho más animado. Para empezar a recuperarse de la depresión que he tenido no hay nada mejor que lo que me han aconsejado, poco a poco. Que como quieras solucionar todo de golpe... te pegas el hostiazo. Gracias a todos los que me habéis apoyado. Se que he estado un tanto estúpido con mucha gente, pero es que el estado de ansiedad y nerviosismo me provocaba saltar a la primera. Lo siento.

Y bueno, hoy ha regresado Daniel-san de Barna, ya no tenemos a nadie allí para ir a ver. Hemos estado comiendo en la casa de su hermanísima Alisson unas berenjenas muy suculentas. Que las penas con pan son menos. Y oye se me ha pasado el día super rápido y entretenido. Ahora a ponerse a solucionar otros problemillas, hasta acabar el curso con buen pie. Que el año que viene habrá que disfrutar a tope.